No más cuerdas de marioneta.

Ahora mismo mi corazón quiere llorar, ahora mismo mis ojos quieren gritar, mis alma ser libre y mi mente quiere despejar el mar de tu odio mas no consigo nada, no sé por qué pero has acabado conmigo, con mis fuerzas y con mi sed de victoria.

Soy de esos que se lamentan una vez perdida la batalla pero que nunca se levantan, soy de esos que mira a las heridas, las cura y sigue adelante, soy de esos que pienso una vez roto el cristal y soy de esos que ven a los demonios escapar, ya sin posibilidad, ya sin recompensa a la vista o satisfacción serena pero ¿eres yo? ¿Eres cada herida que tengo en el pecho? ¿Eres alguna de mis odiosas marcas? No, y ni mucho menos, ni más que el aire que bebo cada instante para seguir, y ni siquiera el agua que bebo ni la tierra que piso, en mi cielo soy quien manda y quien dicta mis leyes, quien crea las cadenas y quién pone amor y demás sentimientos a corpóreos como tú, que ni pintan ni dibujan nada útil en mi vida.