Y allá donde queden los
recuerdos, hallarás mis sonrisas,
donde perdí de vista a
las penas,
donde me hice fuerte y
dejé atrás al tiempo,
no pido más que un
descanso,
una espera o un segundo
para tomar aire,
no para mí ni a mis risas
locas,
sino para ti, dejaré
claras mis intenciones,
mis necesidades y mis
deseos.
Porque ahora te vas, no de
mi lado
ni de mi vida ni de mi
corazón.
Pido no una lágrima por
lo perdido
sino una sonrisa por lo
vivido
porque dejas aquí a
alguien soñando con la verdad.
Pido que al otro lado de
este ancho mar estés tú,
porque si bien sé,
volveremos a vernos,
pero hasta entonces yo
seguiré aquí,
con el aliento que no has
podido tomar
viviendo no de ti ni el
pasado
sino de mí y la
esperanza.
Un nuevo mañana y una
nueva razón de sonreír que allá me esperan
por ti y por mí, por los
dos, por nosotros
que donde sea que estés,
siempre vivirá una parte conmigo,
algo que nunca
desaparecerá ni por mil tachones ni borrones
ni guerras ni crisis, ni
caras tristes ni intentos de olvidos,
algo especial cobra en mí,
algo que es tuyo y es mío,
algo a lo que puedo llamar
eterno.