I
Fino tu cuerpo,
dulce su olor,
piel rosada,
era ese tu color.
Áurea máscara
la que cubría tu cara,
siendo perfecta y amada
mas todo hombre claro de ideas
daba fe en que te odiaba.
No más recuerdos,
no más vidas
sin apenas esperanza
en el camino de tus días.
-Ser desnudo y débil-.
Es esta tu verdad
pues te muestras tal y como eres;
no hipocresía, sólo sinceridad.
En aquello que te digo
-Vete y no vuelvas más-.
por mil historias tuyas
y cada una es verdad.
II
Joven muchacha en la playa de Invierno,
no hay tiempo que influya ni penas que escuchan
pues ella es el odio, la rabia y el dolor
de todo aquel que busque en sí mismo el amor
III
Mil historias has arruinado,
y a mil demonios con ellas con ellas has animado.
Mereces un castigo;
-¡Arpía y bruja del cuento!-.
es lo que exijo a los cuatro vientos
para ti unas alas negras de plumas negras
que te lleven lejos, muy lejos
y en busca de otra quimera.
A lo lejos, la voz con cuerpo y ojos a ella mirando,
vio cómo la chica pobre y desnuda,, bella y fina
alzaba unas alas negras y majestuosas
cumpliendo con el deseo que aquel extraño pidió.
