No llores, el dolor está hecho, sí
pero nadie te culpa, eres como un niño al que le obligan a ser bueno
en algo que nunca ha hecho, y qué si me has atravesado el pecho, y
qué...si ya nada importa, ni el recuerdo, ni la fecha ni mi ojos en
sangre porque, tú harás vida y yo muerte, y tú triunfarás donde
yo fracase, tú por tu lado y yo por el mío.
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